miércoles, 8 de febrero de 2017

Willard o Villar


CAMPEÓN MUNDIAL DEL BOXEO

EL muturreko no ha sido desconocido en el país vasco. Se han repartido sendos zartatekos en tal cual feria o en alguna disputa local. Pero el premio de tales deportistas se limitaba en nuestra región a multas más o menos soportables, algunos días de encierro, y el consabido desprestigio por pendenciero y mano ligera, entre los pacíficos convecinos.
Pero hoy que «las ciencias adelantan una barbaridad» no hay que decir lo que se habrá adelantado en semejantes barbaridades. Y la culta y progresiva república de los Estados Unidos nos da la pauta, coronando con los honores de campeón mundial a quien reparte más sonoras y rotundas bofetadas.
Las pruebas, ni pueden ser más inocentes ni menos peligrosas. Lo más que puede ocurrir, al decir de un cronista, es lo siguiente: «le pueden muy bien a uno romperle las narices y hacérselas astillas, o saltarle un ojo de la cara, o darle algún otro golpe en el corazón, por ejemplo, que al que lo recibe le puede servir de pasaporte para la Eternidad». Nada más que eso.
En tales condiciones han luchado el negro Jock Jhonson y el pugilista yanqui Jess Willard. En el veintiséis «round» los formidables muturrekos de Willard dejaron blanco al negro. Willard fué declarado campeón.
La resonancia de semejante triunfo burrukalístico, hizo que la trom- peta de la fama extendiera por todas partes noticia detallada, con todos sus pelos y señales, de la imponente personalidad del «cow-boy» vencedor.
Y entonces se vino en conocimiento de que las bofetadas eran auténticas, pero el apellido no.
El autor de tan contundentes zartatekos no se llama Willard, sino Villar; y sus antepasados proceden de Tafalla.
La casa matriz del apellido Villar es, en opinión de algunos, la de Santacara, a unos veintitres kilómetros de Tafalla, casa muy importante en el país, y la principal de la villa, muchos de cuyos vecinos llevan en renta propiedades de la misma. De esta casa proceden familias muy conocidas de Tafalla, Estella, Abárzuza y Sangüesa.
¿Serían oriundos de la casa de Santacara los ascendientes del famoso boxeador? No podemos afirmarlo de una manera categórica.
Lo que sí nos consta, que D. Fermín del Villar, abuelo del nuevo campeón, era natural y vecino de Tafalla, la importante ciudad navarra.
De Tafalla fué a Tejas, en época en que dicho territorio pertenecía a la corona de Castilla, y allí se estableció merced a la solicitud de parientes o amigos de la familia afincados con anterioridad en aquella posesión española. Suceso que con ligeras variantes se viene repitiendo en muchas familias de estas provincias.
Jess Willard es, pues, José Villar, nieto del tafallés D. Fermín; y los zartatekos que hicieron blanca en el infortunado negro, eran zartatekos navarros, traducidos al inglés como su apellido.
Ayer Ochoa, hoy Villar. La sangre navarra se impone en el mundo, por el imperio de sus puentes y corbatas, y de sus «gofetás de a cuello güelto». Parece que hoy por hoy, corresponde a Navarra el cetro victorioso del «palo seco y tente tieso».
Una pequeña reminiscencia, sin duda, del heroísmo legendario con que en los campos de batalla han ilustrado los navarros la historia gloriosa de su patria.

PERU JUANCHO

"Original de la Biblioteca de Koldo Mitxelena Kulturunea, Diputación Foral de Gipuzkoa"
Información recibida de J J Casanova

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